miércoles, 2 de mayo de 2012

Reflexiones en torno al ELA soberano (3)

Por que Estados Unidos prefiere que Puerto Rico escoja ser Estado Soberano en Libre Asociación con Estados Unidos o se quede como Commonwealth.
¡No, no tengo una línea directa con Washington; ni siquiera se si piensan como yo! Pero lo que voy a decir es lo que me dicta la lógica y mis conocimientos sobre la posición que ocupa Estados Unidos en el escenario global, tema al que ya le he dedicado diez de las treinta y tantas entradas en esta bitácora. Una cosa se cae de la mata, algo parecido debe haberles pasado por la mente, o no nos hubieran ofrecido esa opción, haciendo la salvedad de que nuestra selección, ¨para ser considerada¨, debe contar con una ¨mayoría sustancial¨ de los votos emitidos. La actual administración ha tratado de minimizar ambas frases que transcribo en negritas cursivas; pero ambas aparecen en las comunicaciones de la Presidencia de Estados Unidos a la Gobernación de Puerto Rico. Entre el peso de la Presidencia, y el de la Gobernación, ¿de que lado cree Vd. que se inclinará la balanza?

Me asalta una duda que quisiera descartar; pero no puedo: ¿Creerá la actual Administración puertorriqueña que una Plana Republicana en la Presidencia le aseguraría que la mayoría sustancial a que se refiere Obama no aplicaría? Si eso cree, deberá creer también en pajaritos en estado de gravidez. Se le recomienda un curso de cuatro años sobre el funcionamiento de la burocracia del Gobierno Federal. Al nivel federal, no hay la ¨ pasada administración¨ que valga.

En el Gobierno Federal hay una cosa con la que aquí ni se sueña: un servicio civil de carrera, no el juego borícua de ¨quito los tuyos, pa' poner los mios¨. Allá, si pasaste el período probatorio y demostraste la capacidad para cumplir con las tareas que se te asignaron, tienes el puesto hasta que tu decidas abandonarlo o tomes y pases el examen para ascender al próximo nivel en la escala o lo hagas por mérito. Si cambias de agencia, te llevas el rango en la escala que ya alcanzaste, si el nuevo puesto lo requiere, asciendes. A menos de que el puesto sea de nombramiento directo, tu afiliación política no entra en la ecuación, salvo que seas de afiliación a alguna organización declarada subversiva.

La razón principal para que no haya tal cosa aquí, a mi ver, es que los partidos políticos locales nos han acostumbrado a pensar que el voto es un artículo negociable al mejor postor y los partidos son clientes en la subasta. Mi primer contacto con el sistema fue la ocasión en mi niñez cuando un ¨chofer¨ de un ¨troj ¨  de una de las varias centrales en el área de Ponce me llevó de paseo en un a ronda el día de las elecciones. En el troj  (la parte de carga) iban unos cuantos trabajadores de la caña que cada vez que el camión paraba, se bajaban, entraban a un caseta, a poco salían, el capataz le pasaba un paño por los dedos, y se montaban otra vez. Esto ocurrió varias veces, así que, finalmente pregunté ¨¿que hacen?¨ ¨Votando¨ me contestó¨.

El sainete de las primarias de este año me hizo reflexionar sobre lo poco que ha cambiado nuestro entendimiento  de lo que es el valor del voto. En aquella época, me parece recordar que era dos pesos o algo así. No se cuanto vale ahora; pero espero que valga la pena prostituirse así. Aquellas cuyo oficio és, me merecen muchísimo mas respeto que los mercaderes del voto. Ellas son honestas. ¡Ellos, no!

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